viernes, 1 de febrero de 2008

KITABY

Friday, January 18, 2008

MI DEUDA DE LAS MUSAS ...

KITABYEsta es una historia real, tomada de un diario personal que llegó a mí por una amiga entrañable.

Hace algún tiempo los conocí a ambos. Ella una mujer como cualquier mujer del mundo, como tú, como yo, con un corazón ardiente capaz de quemar hasta los mismos sentimientos.

El un tipo particular, con un patrón de conducta "muy" particular, con una historia de vida inestablemente repetitiva, particular y con un "amor" extremadamente particular, tan particular en todo sentido que es capaz de ver exactamente lo contrario a los ojos de varios y en las mismas situaciones.


¿Dije que ella tenía un corazón de fuego?

Pues él vió en ella todo al revés: ¡Un corazón de hielo! Y como creo conocer en algo su conducta, apuesto que hoy después de él que todos vemos en ella "un verdadero corazón de hielo", él pensará que ella tiene "un enorme corazón en llamas, más grande que el sol".

Conozco al Padre Ignacio pues en cierto momento llegó a mí su inquietud de saber de quién era "KITABY" (del árabe: mi libro), pero siguiendo los pasos de MAKTOOB (del árabe: el destino) consideré necesario callar. Callé por respeto a las víctimas inocentes que sangraron hasta morir. Callé por respeto al dolor de una madre vacía frente a la traiciónh de los mismos asesinos que aún siguen impunes, como si la vida continuara limpia y gozosa. Callé porque el camino del castigo ya está a la vista, porque El, El Unico y El Mas Grande ha visto todo y conoce la verdad. ¡Ya está! Yo tengo mi propia opinión sobre la historia y sus protagonistas, y nunca me creí las excusas de los culpables. De hecho con esto sabrán de qué lado me quedo. Solo la fidelidad y el amor trascienden. Ayer, 12 de noviembre de 2006 decidí escribirlo en honor a la fecha, hoy lo desterré de mi mente y de mi recuerdo, porque el proceso del recuerdo también tiene sus plazos de expiración.

Mejor es la NADA antes que este TODO tan pobre y despreciable. Mi lema es "Desechar en la vida lo que no sirve a la causa espiritual ni del amor" Desechar todo lo que no tiene arrepentimiento ante la muerte, más aún condeno la complicidad descarada sobre el daño inocente. A veces el mismo destino te conduce a sendas o emboscadas para hacerte caer en la misma trampa o retroceder sobre tus pasos. Habrá que burlarlo para no volver a caer. No por el hecho en sí que sigo creyendo inevitable, sino por el alto precio que se paga en sufrimientos que los seres despreciables nos provocan.

No sé si hice bien o mal en callar todo lo que sé ante el Padre Ignacio. Quizás me resguardo en el mismo secreto de confesión (a pesar de las noches que el tema me sigue quitando el sueño)

El amor no correspondido, la traición y la muerte son demasiado karma para el juicio de los humanos. Esos crímenes impunes, perfectos y burlados con la complicidad del materialismo imberbe, me quita horas de sueño para alcanzar la luz de la verdad que es más visible a la coherencia y el sentido común.

"- No sé nada de ella Padre, no sé nada de él. Y de este último menos me interesaría después de semejante contenido. Creo que el perdón humano no le cabe, menos el perdón del Supremo. No puedo ayudarlo a encontrarlos", le contesté.

Solo Dios sabe como se libera una carga tan negra, sucia y pesada, adobada con el brillo y el placer de las sociedades económicas y lujuriosas.

Decidí escribir el libro con el consentimiento de ella, la única dueña del amor y el dolor. Por la inquietud Divina de los ángeles que miran desde el cielo, por la justicia inevitable que condena tarde o temprano la traición y la mentira. Decidí escribirlo por los errores de los caminos equivocados, por la burla de la irresponsabilidad y la cobardía y por esos crímenes secretos que los asesinos cometen con cómplices premeditados de guantes blancos, de viajes escapistas y sangre de victimarios. Decidí escribirlo a pedido de dos estrellas que brillan en el negro y frío universo, porque ningún humano dejará de reconocer el odio que genera lo que los aduladores llaman "Amor" Lo hice por ella porque a través de "KITABY" finalmente pudo comprender desde afuera y ya despojada de sentimientos, que todo absolutamente todo lo que vivió fue una gran equivocación.

-"Perdón Padre ignacio, no sé de quién podrá ser este libro perdido pero tómelo así, como algo ya sin importancia, guárdelo en su biblioteca o quémelo si su contenido le inquieta. Quizás así cuando encienda la chispa de la fogata logre derretir ese corazón que latía y que luego los despreocupados congelaron vivo"

-"Hasta luego debo marcharme, mi pluma y mis papeles me esperan, ese es el placer del trabajo de los escritores. Ud. decide amar a Dios, otros deciden amarse entre sí envueltos en la burla y el materialismo, otros deciden decir que aman, yo sencillamente decido amar lo que hago: escribir, escribir y escribir.

-"Que tenga un buen día y que Dios lo ayude"

-"Padre Ignacio, Padre Ignacio, ¿qué es ese olor y ese humo? ¿algo se quema?", preguntó María asustada.

-"Nada, nada señora, son solo papeles viejos, inútiles y sucios que encontré en un rincón del atrio. No se preocupe que ya terminé de quemarlos por completo. Hasta mañana. Que descanse", contestó el sacerdote entre rezos y ahogos.
Y tras el ruido de la puerta con la partida de la mujer comenzó a recitar:


"En Ramá se oyeron gritos, grandes sollozos y lamentos: es RAquel que no quiere que la consuelen porque llora a sus hijos muertos"

(Sagrada Biblia - Mateo 2-18 La Matanza de los Inocentes)

"Mirá como te tengo grabada en la palma de mis manos. Estoy continuamente revisando tus murallas, y tus reconstructores se apuran, mientras que tus demoledores y los que te arruinaron se van"

(Sagrada Biblia - Isaías 49 - 16 y 17)

"Al que te demandó ante los tribunales, yo le meteré pleito y yo mismo salvaré a tus hijos. A tus opresores los haré comer de su propia carne y se emborracharán con su sangre como si fuese vino"

(Sagrada Biblia - Isaías 49 - 25 y 26)